domingo, 15 de marzo de 2015



La evolución y el desarrollo de las TIC supone para todos un mayor acceso a la información y una tecnología que amplifica la comunicación entre los usuarios. Estos hechos favorece la aparición de nuevos hábitos sociales y de consumo.

Mayor acceso a la información, mejor compra

Que cada uno de nosotros tenga un mayor acceso a la información no hace otra cosa que mejorar nuestras habilidades de consumo, obteniendo más capacidad de elección y de negociación de precios. Un mejor conocimiento de las características y precios de los productos ayuda al proceso de elección.

Las principales ventajas de un consumidor más informado son:
- El ahorro de tiempo que supone la utilización y la sencillez de las búsquedas en Internet.
- El logro de mejores precios.
- Una mayor información de los productos, al verse obligadas las empresas a optar por estrategias, en   las que el precio no es una señal única a nivel informativo para establecer la calidad de un producto.
-Un acceso a un mayor abanico de productos al romperse las barreras físicas del comercio, y no ver      limitada la oferta a tiendas físicas.

Podemos añadir aquí la aparición de la figura de los Omiconsumidores: son aquellas personas que bucean en la red buscando información planificada antes de cada proceso de compra (muy común en la compra de viajes).

Este tipo de conductas dependerán en gran medida del poder adquisitivo de cada individuo, ya que para una persona con renta media, este tipo de compra equivaldría a un coche, para un adolescente podría ser la compra de un smartphone. Dichos comportamientos acontecen en Internet y son frutos del cambio de credibilidad que han ido sufriendo las fuentes informativas a lo largo de los últimos años.

Actualmente nos fiamos más de una amistad, un familiar o de un consumidor con necesidades similares a las nuestras, que de alguien que está interesado en que se produzca la venta. De aquí nacen comunidades de usuarios (foros y redes sociales principalmente) que comparten y debaten sobre sus propias experiencias con los productos o servicios que han adquirido.

 Estos usuarios de mercados  son menores de 35 años y muy activos en las redes sociales, donde comparten sus opiniones y experiencias. Utilizan aplicaciones para móviles y confían en ellas para realizar compras y localizar productos. Este colectivo representa ya el 25% de los compradores on-line.

Los nativos digitales

Si ya ha sido una autentica revolución para las compañías adaptarse a este nuevo entorno, el gran reto llegará de la mano de la Generación Z, o los también conocidos nativos digitales (los nacidos a partir del año 1996). Los vendedores deberán adaptarse a las exigencias de los futuros consumidores, los cuales serán aún más tecnológicos que nunca. 

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